miércoles, 19 de diciembre de 2012

Miedo al amor

No hace falta mucho, para enamorar una mujer, especialmente a las ingenuas que son casi todas, por que no hay mujer lo suficientemente ruda o insensible para no morirse por un beso o una caricia, ni hombre que no este dispuesto a dársela, por esas cosas es que escribimos de amor, sentimientos, celos, ganas, soledad, todos somos así “desagradablemente sentimentales” .

TODO nos afecta, queremos TODO, pero ese todo se reduce solo a una cosa el Amor, sentir que no se necesita nada mas que estar junto a una persona sin importar las circunstancias ni las adversidades, que no haga falta nada mas que estar el uno con el otro que no existan problemas que no puedan solucionar por que están juntos, amarse y hacer el amor todos los días en la cama y fuera de ella…  “hacer el amor de la nada”.

no poder, dormir, comer, llorar, hablar, que se nos quiten las ganas de todo menos de amar. incluso yo que me encuentro escribiendo esto nunca he conocido al amor, hasta ahora no me muestra su cara y no se si algún día lo haga, pero no dejo de buscarlo, en cada mínima mirada, o gesto de atención, ya que pienso que cualquier gesto por pequeño que sea puede llegar al amor.

los que se acuestan con miles todos los días, los que no han tenido todavía ni su primer beso, los que buscan, los que encuentran, los que jamás encontraron y los que jamás encontraran.

los que todavía tienen la capacidad de soñar, que se merecen alguien que los merezca como esos amores que nos muestran las novelas o las películas [uno de esos] solemos decir sin tomar en cuenta que en las novelas y películas cada palabra cada beso y cada coincidencia están detenidamente pensadas a la susceptibilidad de los hombres. Por que si  en algo todos somos iguales es que el amor una o varias veces nos ha dado la respectiva patada en el culo que se le llama “enamorarse” .

Para hablar de esto se nos va la formalidad la ciencia, las palabras exactas, y los signos de puntuación correctos cuando se habla de esto, todo se convierte en un delirio, las cosas dejan de tomar sentido, para tenerlo otra vez, una revolución de letras se convierten en una vil carta de amor que en rima o a renglón seguido no dejan de empobrecerse con te amos y te necesito por todas partes que aunque muy bien maquillados con metáforas y palabras rebuscadas no dejan de sacar a la luz, el desmadre que es eso de sentir cosas por alguien que también siente cosas pero nadie sabe que son esas “cosas”.

[Perdón por utilizar mucho la palabra “todo” y “sentimientos” y “amor” pero ya saben uno es “mujer” y se supone que se debe hablar de estas cosas con pasión, con príncipes azules que ponen mágicamente hijos a princesas, con aviones que se van con el equivocado que a veces suele ser el correcto, casas de chocolate, y sexo, rutina, proposiciones de matrimonio, canciones cursis, dar una razón para que la gente siga escribiendo cartas, dando serenatas, invitando al cine o a cenar, para que todo esto no parezca tanto la locura que es; se le pone el pretexto del amor] 

No hay comentarios:

Publicar un comentario